Llega un momento en el que ves que para él no eras buena en nada, nunca suficiente, ni lo que el quería, y justo entonces sabes que debes irte....
A veces un "para siempre" dura solo un segundo...mientras te muerde la boca, mientras se mete tan dentro de ti que jamás podrás sacarlo.
Y tú ahí, tan puta, tan vendida a cambio de un trozo de su alma, que no sabes en cual de las cuatro esquinas de su cama quedarte.
Y te das cuenta de que no hay nada por lo que mendigar, ni heridas que lamer, porque...porque el cabrón sólo posee un alma podrida.
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